martes, 19 de junio de 2018

Detener la hiperinflación ¿Qué hacer?

Por:

1. Detener la hiperinflación es la tarea urgente en este momento, no solo porque pulveriza el salario real, también contrae la producción nacional (la pérdida del poder adquisitivo disminuye la cantidad de bienes demandados y los oferentes reducen las cantidades producidas); estimula el acaparamiento por las expectativas de aumentos de precios; alimenta el contrabando de extracción; hace insuficiente el presupuesto público.

Ataque a la moneda en chile

2. La causa de la escalada de precios desde el 2013 (no la única, pero sin duda la determinante) es la manipulación del tipo de cambio en los mercados ilegales. Es imprescindible y estratégico evitar que, terceros, marquen un supuesto valor del bolívar. La tarea es destruir la principal y más poderosa arma de la guerra económica: el ataque a la moneda.

3. Para impedir que arbitrariamente las manos de papel del imperialismo marquen el supuesto valor del bolívar y generen desconfianza hacia la moneda, se sugiere anclarlo a la cantidad de oro que está en las bóvedas, cuyo precio solo se fija en el mercado internacional. Los chinos, los rusos y hasta los norteamericanos están haciendo lo propio. Con la diferencia que mientras ellos deben comprar el oro, nosotros lo tenemos en las minas.


4. Hoy, 1 onza troy de oro equivale a 87.662 bolívares soberanos (tenemos 162,2 TN en la bóveda). Haciendo la conversión en divisas: 1 dólar equivale a 65 BsS (1 onza de oro vale $1.343); 1 yuan son 10 BsS; 1 euro son 78 BsS. Cada vez que 1 TN de oro viaja de las minas hasta el BCV, el bolívar se aprecia 1%.

5. Dolartoday podrá intentar marcar el precio que desee, pero el valor del bolívar-oro soberano, dependerá del precio internacional y de la cantidad que tengamos en las bóvedas.

6. Son condiciones necesarias:

a. No vender nuestro oro, ni en dólares ni en bolívares. Es nuestro respaldo. Debemos guardarlo debajo del colchón, es decir, en nuestras bóvedas y en las minas, las cuales deben ser cuidadas como lo que son: minas de oro.

b. Aumentar las reservas internacionales: este año, con un precio del petróleo en 50 $/barril, incluso con un paro silencioso de 1.500.000 de barriles diarios de producción, deberían ingresar por lo menos $30.000 millones. Los compromisos de deuda no llegan a $10.000. Debemos ajustar las importaciones a $15.000 (más que suficiente). Mantener el control cambiario. Evitar la fuga de divisas. Cerrar, de una vez por todas, las venas que aún siguen abiertas.

c. Recuperar la producción de petróleo: cada 100.000 barriles diarios adicionales equivalen a $1.000 millones anuales.

d. Vender el petróleo en petroyuanes para sortear el bloqueo financiero.

e. Recomponer nuestras relaciones comerciales con países aliados.

f. No endeudarnos. No es necesario.

Mucho más debemos hacer, la realidad es compleja. En estos momentos de guerra económica, esto es estratégico.

miércoles, 13 de junio de 2018

Inflación en Venezuela: ¿profecía autocumplida?

Por:  

En Venezuela la inflación está determinada en un 70% por el valor de la moneda en el mercado ilegal. Cada vez que varía el tipo de cambio en ese mercado, también varía la inflación. Situación que es histórica y atiende a las condiciones estructurales de la economía: el 35% del producto interno bruto es importado, y quienes importan son pocas empresas que al actuar como monopolios tienen el poder de marcar los precios de los bienes importados.
Es así como un importador de repuestos para vehículos de transporte, aunque haya recibido divisas preferenciales de parte del Estado, digamos a 10 bolívares por dólar, al convertir a bolívares lo que compró en dólares en el mercado internacional, utiliza como marcador el tipo de cambio más alto que observa, en este caso el del mercado ilegal, por ejemplo 1.000 bolívares. Si el repuesto costó 100 dólares, lo venderá en el mercado nacional, no en 1.000 bolívares, sino en 100.000 bolívares. De allí en adelante, todas las estructuras de costos de la economía se reajustan en función del marcador que se utilice. Como hemos dicho, este ha sido un comportamiento histórico.

Sin embargo, a partir del año 2006 comenzaron a posicionarse, de manera ilegal, portales web que publican día a día el supuesto valor de la moneda en el mercado paralelo. Desde La lechuga verde, pasando por El aguacate verde, hasta llegar a Dólar today, y recientemente al Bolívar Cúcuta, estas páginas muestran valores arbitrarios, manipulados y desproporcionados de la moneda. Se trata de valores que no se corresponden con el comportamiento de la economía, con los niveles de las reservas internacionales, ni con la cantidad de bolívares, conocida como liquidez monetaria.
Han sido variables políticas las que desde 2006 están explicando el valor que es publicado en los mencionados portales. Basta con que sea anunciado el cronograma de algún proceso electoral en Venezuela, para que se comience a registrar una escalada en este tipo de cambio. Luego de celebradas las elecciones, estas variaciones, aunque siguen siendo positivas, se hacen menores. Igual comportamiento se observa en momentos de coyuntura política.
El tipo de cambio ilegal sigue un patrón y atiende a los ciclos políticos y electorales.
En la siguiente gráfica se observan los ciclos políticos del dólar ilegal. También se observa que las variaciones han sido mayores desde el año 2012 y más aún en vísperas de las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015. Estos incrementos desproporcionados no solo afectan el mercado cambiario, el principal efecto y daño es sobre los niveles de inflación. La manipulación de este tipo de cambio desde agosto de 2012, y hasta la fecha, ha ascendido criminalmente a 14.640%.
La manipulación del tipo de cambio ilegal es un arma de guerra no convencional que busca, a través de la escalada de la inflación y pérdida del poder adquisitivo, generar malestar e incidir sobre las preferencias e intención de voto de los venezolanos. Es un arma masiva, afecta todos los hogares cuyos ingresos dependen de un salario, es decir más del 80% de los hogares venezolanos. Se trata de un arma potente y muy efectiva.
Esta acción atroz de manipulación de la moneda que en el fondo busca la desestabilización democrática por la vía de la distorsión de la economía, no solo tiene un efecto en el incremento de los precios, sino que además repercute en los niveles de producción y por lo tanto del empleo.
El mecanismo mediante el cual esta acción distorsiona la economía se conoce como shock de oferta y consiste en lo siguiente:
  1. manipulan desproporcionadamente el tipo de cambio en el mercado ilegal,
  2. los grandes monopolios y oligopolios de la importación marcan los precios internos usando como referencia el tipo de cambio manipulado y publicado ilegalmente en portales web,
  3. se elevan los costos de todos los bienes y servicios que son producidos e importados en la economía,
  4. aumentan los precios en la economía debido al incremento de los costos, se trata de una inflación inducida por la vía de aumentos de costos también inducidos,
  5. disminuye el salario real del trabajador, es decir, se deteriora el poder adquisitivo de los hogares,
  6. los hogares se ven en la obligación de reajustar sus presupuestos y reducen la demanda de mucho de los bienes y servicios, comenzando por los que no son tan prioritarios (recreación, vestido, calzado, entre otros), y en algunos casos, y dependiendo de la intensidad de la inflación, reducen las cantidades demandadas incluso de los bienes de primera necesidad,
  7. la contracción de la demanda afecta a los pequeños y medianos empresarios, sobre todo a aquellos que producen y distribuyen bienes y servicios no tan prioritarios,
  8. estos empresarios se encuentran en la necesidad de prescindir de sus trabajadores afectándose los niveles de empleo,
  9. se genera una mayor pérdida del poder adquisitivo de los hogares, ya no solo por la vía del aumento inducido de la inflación, sino por el desempleo,
  10. inicia un círculo vicioso y muy dañino en la economía que habiéndose generado por una manipulación criminal del tipo de cambio ilegal continúa con una escalada mayor de los precios, con la disminución de la producción, pérdidas para los pequeños y medianos empresarios y desempleo.
Hemos estado observando con gran preocupación, y así lo alertamos, el inicio de una nueva escalada criminal del tipo de cambio ilegal, específicamente desde el 27 de septiembre de este año. En esa fecha, el valor publicado se ubicaba en 1.052,76 bolívares por dólar, al día de hoy, el tipo de cambio es 1.385,52, es decir, aproximadamente un 40% de incremento en menos de un mes. Por cierto, variaciones que, recientemente, buscan "sustentarse" en el supuesto incremento del dólar Cúcuta, también arbitrario y manipulado a través del denominado "Bolívar-Cúcuta".
En el marco de una situación política en la que los sectores de oposición han manifestado que, a toda costa, quieren salir del presidente Nicolás Maduro, y en la que, por lo tanto, requieren la falta absoluta del mandatario antes del 10 de enero de 2017 y de esa manera convocar a elecciones presidenciales, no hay duda de que las acciones para desestabilizar la paz y la democracia a través de la distorsión de la economía se van a intensificar. Nos referimos no solo a la manipulación del tipo de cambio y la consecuente inflación inducida, sino también al desabastecimiento programado, que por lo que hemos también estado observando, ya no solo realizarán de manera velada y encubierta, sino mediante la convocatoria a paros nacionales.
Algunos de los voceros de la oposición, entre ellos representantes de Fedecamaras y diputados de la Asamblea Nacional han dicho recientemente que la inflación este año será de 500% y el producto interno bruto disminuirá 10%. Basan sus declaraciones en publicaciones realizadas por el Fondo Monetario Internacional.
Al respecto, debemos decir, que ambas "profecías" no guardan correspondencia: una inflación de tal magnitud, es decir de 500% no puede ser explicada por una disminución de solo el 10% del PIB. Ante una inflación tan elevada, se esperaría una disminución mayor de los niveles de producción, a menos que la inflación sea inducida, como efectivamente lo ha sido los últimos años. Por ejemplo, los años 2002 y 2003, como consecuencia del sabotaje a la empresa petrolera y la convocatoria a paro general, el PIB en Venezuela disminuyó 9% y 8% respectivamente, en ese momento, y a pesar de un paro general y de una caída de casi 10% del PIB, la inflación registrada fue 31,2% en 2002 y 27,1% en 2003. Lo que queremos decir no es que la caída del PIB necesariamente vaya a ser mayor, sino que los niveles de inflación desproporcionados que están anunciando dan cuenta de la magnitud de la manipulación del tipo de cambio que están "profetizando".
Resulta relativamente sencillo acertar las "profecías" para quienes tienen el control de la variable determinante de la inflación. Por lo tanto, no se trata de un ejercicio de mántica, de adivinación, no requieren oráculos al mejor estilo de la Grecia Antigua. Con realizar "pronósticos" es suficiente, en todo caso y si de profecías se trata, pues son autocumplidas. Quienes manipulan el tipo de cambio del mercado paralelo pueden, con herramientas estadísticas y econométricas, pronosticar con pequeños márgenes de error la inflación que inducirán.
Por tal motivo, es fundamental controlar la inflación, y dado que la causa es política, las respuestas por parte del Estado, y no solo del Gobierno, deben ser también políticas. Es necesario adelantar acciones que obliguen a deponer el arma de la manipulación del tipo de cambio ilegal. El control de la inflación en estos momentos, no solo pasa por aplicar medidas que buscan incrementar la producción. Como hemos dicho y demostrado, en estos momentos la causa de la inflación no es la baja producción, como tampoco lo es el incremento de los salarios. Lo que más peso tiene sobre la escalada de los precios es la acción criminal de la manipulación del tipo de cambio.
Es urgente que el Estado, no solo el Gobierno, establezca mayor control y supervisión de los grandes monopolios importadores a quienes le son asignadas las divisas. Es fundamental que el pueblo conozca la información relacionada con la asignación de las divisas, cuáles empresas las han recibido, cuánto le han liquidado, para importar cuáles productos, a qué tasa recibieron las divisas. Es necesario hacer cumplir el artículo 6 de la Ley de Precios justos, el cual establece que los importadores están obligados a colocar en sus empaques la tasa a la cual recibieron las divisas por parte del Estado. Es imperioso aplicar el Decreto de Ley Antimonopolio.
La desinformación malintencionada del tipo de cambio ilegal se contrarresta con la información transparente de lo que verdaderamente ocurre en el mercado cambiario.
Combatir la manipulación del tipo de cambio ilegal, arma masiva y criminal contra el pueblo venezolano, es en estos momentos, no solo un asunto económico, es la garantía de la paz y de la estabilidad democrática, es la esperanza de poder seguir avanzando hacia un modelo de igualdad y de justicia social. Para quienes aún no lo han entendido, es la garantía de continuar y avanzar con la Revolución Bolivariana.

Los ciclos políticos del Dólar paralelo en Venezuela

Por:

Sin pretender restar importancia al malestar que implica el tener que hacer colas para adquirir algunos de los bienes de la canasta básica[1], consideramos que es la inflación el principal problema que ha estado afectando a más del 80% de la población ocupada en Venezuela, es decir, a la clase trabajadora quienes perteneciendo a estratos socioeconómicos bajos, medios o altos, son asalariados.
El factor determinante de la inflación en Venezuela ha sido, históricamente, el valor de la moneda, es decir, el tipo de cambio. Y en los casos en los que han regido políticas con tipo de cambio fijo, el valor que ha influido sobre los niveles de precios internos, es aquel que marca el mercado paralelo e ilegal.


En el gráfico se observa cómo los niveles de precios en Venezuela han seguido la tendencia del tipo de cambio paralelo e ilegal.El hecho de que en Venezuela el tipo de cambio del mercado ilegal determine los niveles de precios internos, está asociado a por lo menos dos razones: en primer lugar, a la alta dependencia a las importaciones tanto de bienes de consumo final, como de maquinarias, repuestos, insumos, materias primas y tecnología. Alrededor del 20% de los bienes importados se dirige al consumo final, es decir, se refiere a los bienes listos para el consumo que no pasan por un proceso de producción interno sino que van directamente a los mercados. El 58% corresponde a importaciones para el consumo intermedio, las materias primas e insumos necesarios para los procesos de producción. Y el 21% se destina a la formación bruta de capital fijo, es decir, se refiere a las maquinarias y equipos necesarios para la producción.
Por lo tanto, el 79% de los bienes importados se incorporan a los procesos de producción y forman parte de las estructuras de costos de las empresas. El porcentaje que han representado las importaciones con respecto al total de la producción nacional es otro indicador del peso de los bienes importados en la economía. Desde 1999 hasta 2013, las importaciones representaron en promedio, el 35% del PIB.
En segundo lugar, a la alta concentración de las importaciones en pocas empresas constituidas como monopolios u oligopolios, las cuales teniendo el poder de marcar los precios de los bienes importados, realizan la conversión de dólares a bolívares tomando como referencia el tipo de cambio más alto (el del mercado ilegal) aunque los hayan adquirido a tasa preferencial.
En Venezuela, las importaciones dependen de pocas empresas. De acuerdo con cifras del último censo económico realizado por el Instituto Nacional de Estadística en 2008, el total de unidades económicas a nivel nacional era 322.845. Por otra parte, según información publicada por la Comisión de Administración de Divisas, organismo encargado de la asignación de divisas para la importación, entre 2004 y 2012, las divisas fueron entregadas a 10.374 empresas, es decir, el 3% del total de unidades económicas censadas.

De estas razones se desprende la afirmación que el tipo de cambio paralelo e ilegal en Venezuela ha servido de marcador y de referencia para la fijación de los precios internos de la economía. Mientras más alto sea este tipo de cambio, más altos serán los niveles de inflación (Ver Ejemplo más abajo).
Estas condiciones, como hemos mencionado, son históricas y estructurales. Han constituido, sin duda, un problema y una debilidad para la economía venezolana. Debilidad que pareciera estar siendo aprovechada por parte de quienes, conscientes de la relación de determinación del tipo de cambio ilegal sobre la inflación, han estado posicionando mediáticamente, a través de portales web, valores del tipo de cambio paralelo que no guardan relación ni con las variables económicas, ni con los niveles de reservas internacionales, ni con la cantidad de bolívares que circulan en la economía venezolana[2]. Alterando, de esta manera, los niveles de precios en la economía e induciendo la inflación.
No deja de sorprender el comportamiento de este tipo de cambio paralelo e ilegal a partir de finales de 2005, momento en que comienzan a posicionarse, con distintos nombres, marcadores del valor de la moneda a través de portales web y redes sociales. En el Gráfico 2 se muestran las variaciones intermensuales del tipo de cambio ilegal desde el año 2003, momento en el que inicia el control de cambio en Venezuela, hasta julio 2016.
El tipo de cambio paralelo e ilegal muestra un patrón en su comportamiento. Resalta el hecho de que las variaciones intermensuales son positivas y cada vez mayores los meses previos a aquellos en los que se celebraron procesos electorales o en los que el pueblo venezolano vivió momentos de alta tensión política. Inmediatamente después del evento político o de haber acudido a las urnas electorales, se registran variaciones que se van haciendo cada vez menores, aunque generalmente positivas, y en algunos casos llegan a ser negativas.
            
                                                                          
¿Habrá alguna intencionalidad de influir sobre el comportamiento de los votantes y de los resultados electorales por la vía de la manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal y su consecuente efecto sobre la inflación?
Desde mediados de 2012 este patrón se ha intensificado. A partir de ese momento, las variaciones fueron, la mayoría de las veces, positivas, pero además muy elevadas. El dólar paralelo e ilegal aumentó 10.940% entre agosto 2012 y junio 2015, pasando de 9,42 Bs/US$ a 1.040 Bs/US$. Las variaciones más altas se registraron los meses de octubre 2012 (momento que coincide con las elecciones presidenciales en las que vence Hugo Chávez), diciembre del mismo año (cuando se realizaron los comicios para elegir gobernadores en los 24 estados del país), abril 2013 (al realizarse nuevamente elecciones presidenciales como consecuencia del fallecimiento del presidente Hugo Chávez), diciembre 2013 (durante las elecciones municipales). A partir de finales del año 2013, el incremento del dólar paralelo ha sido sostenido y desproporcionado hasta enero de 2016.
Llama la atención, que luego de los comicios para elegir los Diputados a la Asamblea Nacional el 6 de diciembre de 2015, comenzó a descender la velocidad de variación del tipo de cambio paralelo a pesar de la importante disminución de los precios del barril de petróleo, principal ingreso en divisas en Venezuela. En este contexto de caída del precio del crudo, era de esperar, por el contrario, un aumento del tipo de cambio paralelo. Eso no ocurrió. Lo que si se evidenció fue un comportamiento similar al patrón histórico, es decir, un alza importante en los momentos pre y electorales y una disminución de la velocidad de las variaciones luego de los comicios.
 
Hugo Chávez)
Podría pensarse que estas variaciones del dólar paralelo e ilegal responden a las expectativas al alza del tipo de cambio en procesos electorales. Sin embargo, y si así fuese, por qué no se evidenció este fenómeno durante el Referendo Revocatorio de agosto de 2004, o las elecciones Regionales de octubre de 2004, o las Municipales de agosto de 2005. Durante el período 2003-2005 ya se encontraba vigente la política de tipo de cambio fijo, no obstante, las variaciones del dólar paralelo que se registraron entre esos años coinciden exclusivamente con las devaluaciones. ¿Será quizás porque en ese momento no estaban posicionados mediáticamente los portales web que han tenido el poder de incidir sobre la publicación de un tipo de cambio paralelo e ilegal?
La causa del problema no ha sido el control de cambio, sino la brecha entre el tipo de cambio controlado y el paralelo e ilegal que hemos estado observando, muy especialmente desde agosto de 2012. Brecha que se hace cada vez mayor en momentos electorales y políticos, consecuencia de las manipulaciones mediáticas del dólar paralelo.
Si el problema no ha sido el control de cambio, pues liberar el mercado cambiario en Venezuela no es la solución. Entre otras razones porque el 99% del total de las divisas que ingresan al país corresponden a las exportaciones petroleras. Las divisas son propiedad de todos los venezolanos por el hecho de habitar sobre tierras que cubren la mayor reserva de petróleo del Planeta. Liberar el mercado cambiario traerá como consecuencia la apropiación por parte de unos pocos de dichas reservas, quienes históricamente han concentrado las grandes riquezas y capitales. Estos pocos harán uso de las divisas de acuerdo con sus intereses individuales. Es por esta razón, que en Venezuela, las divisas deben ser administradas y asignadas de manera controlada por el Estado, atendiendo a los intereses de todos los venezolanos. En este marco, el Estado debe establecer mecanismos transparentes en la asignación y sobre todo ejercer mayor control al momento de la liquidación y de la solicitud de rendición de cuentas a los importadores.
La manipulación del tipo de cambio paralelo e ilegal pareciera estar actuando como un arma que de manera masiva ha hecho daño a un pueblo entero en el marco de la guerra no convencional. Estrategias de este tipo, posiblemente han sido probadas y usadas en otros contextos. Al respecto, sería interesante hacer un análisis similar del comportamiento del dólar blue en Argentina desde el año 2011, y analizar si existe relación entre los valores de este dólar y las elecciones legislativas, bianuales o presidenciales.
Para finalizar, y con el anhelo de equivocarnos, alertamos que ante próximos eventos electorales o de mayor tensión política en Venezuela, el dólar paralelo e ilegal, de mantener el patrón histórico en su comportamiento, podría iniciar una nueva escalada, repercutiendo sobre la inflación y consecuente pérdida del poder adquisitivo de los venezolanos.
Para controlar la inflación en Venezuela se hacen necesarias acciones políticas que garanticen que los enemigos del pueblo depongan la manipulación del dólar paralelo e ilegal.
Ejemplo. Si el importador de repuestos para vehículos de transporte pagó 100,00 US$ por el producto en el mercado internacional y el tipo de cambio paralelo e ilegal es 1.100,00 Bs/US$, colocará el repuesto en el mercado nacional en 110.000,00 Bs., aunque los dólares los haya recibido, de parte del Gobierno a tasa preferencial de 10,00 Bs/US$, siendo lo correcto vender el repuesto en 1.000,00 Bs. La diferencia de precios será cada vez mayor dependiendo de la brecha entre el tipo de cambio paralelo y el preferencial. Los repuestos de vehículos para transporte forman parte de las estructuras de costos de la mayoría de los procesos productivos, por no decir todos. De allí, y aguas abajo, se modifican todos los precios internos de la economía. Al igual que los repuestos, las maquinarias, los insumos y la materia prima, en su gran mayoría importados por monopolios u oligopolios, tienen un peso importante en las estructuras de costos de producción nacional.
                                                                                                  

México en guerra contra Venezuela

 No hay exageración alguna si se afirma que Donald Trump es la figura planetaria más censurada y odiada. Y la menos simpática. Tiene en su contra a medio Estados Unidos, a la Unión Europea, a los pueblos de América Latina, a las naciones árabes y musulmanas, a la comunidad homosexual y a otras minorías de todo el mundo, a China, a Rusia. Incluso los más fervientes admiradores de Estados Unidos guardan distancia con respecto al antipático magnate.

Ciertamente, una cosa son los pueblos, las comunidades y los individuos, y otra los gobiernos. Y debe reconocerse que entre los gobiernos Trump tiene amigos, aliados, cómplices y sirvientes. Entre todos estos puede citarse a los gobiernos del llamado Grupo de Lima, a Israel, Arabia Saudita, Japón.

Un ejemplo de esta distancia entre pueblos y gobiernos es México. Por lo que toca al sentimiento popular y salvo prueba en contrario, nadie en este país muestra simpatía, admiración o respeto por el mandatario yanqui. Pero es muy distinto desde el punto de vista del gobierno.
Enrique Peña Nieto

En México, a pesar de los maltratos, los insultos, las humillaciones y los desprecios de que ha sido víctima el gobierno de Enrique Peña Nieto, nada parece minar la buena relación entre ambos Estados. Unos vínculos no propiamente de amistad. Y ni siquiera de complicidad, sino sólo de franca y abyecta servidumbre. El magnate ordena agredir a Venezuela, y el gobierno mexicano cumple veloz y eficazmente la instrucción recibida. Qué importa que Trump haya llamado a los mexicanos animales, ladrones, narcotraficantes y violadores. Hay que aguantar todo. Las órdenes no se discuten. Tampoco importa que al acatarlas se violen las leyes del país y las normas jurídicas internacionales. Y que se violente de modo flagrante y cínico la sana y sabia política de no inmiscuirse en los asuntos internos de otros países.

Cómo explicar esta conducta de sumisión a Estados Unidos. Ya se sabe que política es lo que no se ve. Qué razón oculta obliga al gobierno mexicano a comportarse tan indignamente. Qué datos o informaciones comprometedoras sobre los gobernantes mexicanos poseen Trump, Pompeo, la CIA o el FBI, datos capaces de esclavizarlos de este modo.

Algo de esto tiene que haber. Porque ¿cuál puede ser el interés del pueblo mexicano en derrocar al presidente Nicolás Maduro y destruir al chavismo?Esto no es parte de la agenda de la sociedad mexicana. Es, sin duda, asunto de la agenda de EU.
Y si el gobierno mexicano participa activamente en el bloqueo económico, comercial, financiero y diplomático contra Venezuela ordenado por Washington, objetivamente se está sumando a los afanes de EU por derrocar a Maduro. Y si entre esos afanes se encuentra una invasión militar extranjera, también objetivamente el gobierno mexicano se está sumando a una política de guerra ajena absolutamente al sentimiento del pueblo de México.

Esta activa participación en la guerra de EU contra Venezuela implica que el gobierno mexicano es copromotor y corresponsable de los inmensos daños y sufrimientos que se ocasionan a pueblo venezolano. ¿Tiene el gobierno mexicano algún interés particular en hacer sufrir a ese pueblo? ¿Será que quiere castigarlo por apoyar política y electoralmente a Maduro y al chavismo? ¿O nomás obedece órdenes? ¿O las dos cosas?