Incluso antes del resultado alarmante de las elecciones del pasado
14A, los sectores reformistas afirmaban que los "defectos y/o errores"
del proceso revolucionario que vive Venezuela, y la imposibilidad de su
profundización (así como ahora la pérdida de mas de medio millón de
votos en las pasadas elecciones), son producto de las masas populares
que carecen de una conciencia clara, que les permita avanzar y
consolidar el socialismo en el país. Mas aun, estos reformistas afirman,
que la dirigencia oficialista no puede radicalizar la revolución hasta
que las masas alcancen el nivel de conciencia que les permita “entender y
defender” la construcción del socialismo.
Para responder a
tales aberraciones pseudo-intelectuales, es necesario primero explicar,
¿Qué es la conciencia? Y ¿Cómo es que esta llega a ser lo que es?, y así
demostrar la necesidad, ahora y no luego, de radicalizar la revolución
bolivariana y dar el paso definitivo para la consecución del socialismo en el país.
¿Que es la conciencia y como se genera?
La
conciencia según los psicólogos se pudiera resumir como "la
representación mental del entorno del individuo y su capacidad para
valorar el presente, y para entender su lugar, o papel en las relaciones
sociales". En términos más sencillos, la conciencia es lo que yo como individuo, entiendo de mi entorno (sociedad, familia, pueblo, ciudad, país, etc.) y del papel que ocupo en dicho entorno.
Ahora
bien, el estudio sobre el marxismo nos permite entender que las
relaciones sociales se pueden dividir en dos grandes grupos, las
relaciones ideales (o mentales; por ejemplo familiares, de pareja,
amigos, etc.), y las relaciones materiales o también conocidas como
relaciones de producción. Estas últimas se refieren a las relaciones de
los individuos en la sociedad, en torno a las fuerzas productivas del
modo de producción predominante de la época y el ordenamiento de la
sociedad en relación al sistema socio-político-económico que este modo
de producción genera.
O dicho de otro modo, las relaciones entre
individuos o grupos, de dependencia y/o dominación económica, las cuales
ocurren, muchas veces, al margen de la razón común.
Estas son visibles cuando analizamos las relaciones entre patronos y trabajadores,
ya que hay una vinculación contractual o jurídica, que nos permite
identificarla. Sin embargo no es visible a simple vista cuando
analizamos las relaciones entre clases sociales, dominantes y dominadas,
o sea, la relación entre los que poseen la propiedad privada sobre los
medios de producción, y los que no, y que se ven forzados a venderle su
fuerza de trabajo, a los primeros, para obtener su sustento diario.
En
definitiva, las relaciones de producción (infraestructura) determinan
directa e indirectamente, la superestructura, conformada por todo el
ordenamiento social, las instituciones (públicas y privadas), la moral,
la ideología, la idiosincrasia la cultura y en última instancia la forma
en que se dan las relaciones sociales ideales.
Esto lo vemos al
comprender la concepción materialista de la historia o materialismo
histórico, al dividir la historia de la sociedad humana en etapas en
base al modo de producción dominante, nos damos cuenta que en cada etapa
se establecieron relaciones sociales diferentes y que al surgir un
nuevo modo de producción con este surgía una nueva sociedad (junto con
sus instituciones) que gradualmente reemplazarían a la sociedad antigua.
En resumen, las relaciones sociales materiales determinan básicamente a la sociedad y todo el entorno que rodea al individuo como sujeto social.
Anteriormente
afirmamos que la conciencia es una representación mental del entorno
que rodea al individuo, entornes podemos afirmar también que quienes se desenvuelven en un entorno social diferente, tienen un tipo de conciencia diferente, o sea una representación mental diferente.
En
la practica podemos ver que una persona que nazca en la pobreza, con
muchas necesidades materiales (de alimentación, vivienda, educación,
servicios básicos, etc.), que se vea forzado a abandonar los estudios
para trabajar desde muy pequeño, tiene una conciencia diferente a quien
nace en “cuna de oro”, con sus necesidades materiales satisfechas, que
pueda estudiar y ejercer una carrera profesional.
O, comparando a
alguien que nació en el siglo XVI, con alguien nacido a finales del
siglo XX, veremos que poseen conciencias aun mas diferenciadas.
En
el primer ejemplo pudiéramos interpretar que las condiciones materiales
de vida, el entorno social, las necesidades materiales, etc. determinan
la conciencia del individuo. Sin embargo como ya explicamos
anteriormente, son las relaciones sociales materiales o relaciones de
producción, las que determinan la sociedad en que vivimos (entorno
social) y por ende a la conciencia del sujeto social.
Y esto lo
vemos mas claro cuando comparamos el segundo ejemplo, sin considerar las
condiciones materiales de ambos individuos, podemos notar que la
diferencia que tiene un mayor peso en el entorno donde estos sujetos se
desenvuelven, es precisamente el modo de producción y las relaciones
sociales materiales propias de este.
Sin temor a equivocarnos
podemos decir entonces que el principal factor que determina la
conciencia son las relaciones de producción.
Conciencia revolucionaria, conciencia de clases
Como
hemos visto, la conciencia esta rezagada a las condiciones materiales
del individuo y/o el colectivo, ya que al ser una representación mental
del entorno y mas aún, siendo los humanos animales de costumbre, la
conciencia busca adaptarse y justificar su permanencia en la "seguridad"
del entorno conocido, en otras palabras la conciencia humana no es por
naturaleza revolucionaria, sino todo lo contrario.
Se requiere
una acumulación suficiente de condiciones sociales adversas o
contradicciones, para que las masas abandones una postura conservadora
y den el salto de conciencia necesario que los lleve a reclamar un
cambio, hacer una revolución, derrocar un régimen, cambiar un sistema,
etc. Esto lo pudimos notar en “El Caracazo”, un pueblo descontento salió
a las calles, motivado a las políticas neoliberales aplicadas por
décadas en el puntofijismo.
Entonces la conciencia revolucionaria
se adquiere a través de la experiencia, pero también de la teoría, es
por esto que las clases dominantes históricamente siempre han atacado a
la literatura revolucionaria y han introducido la suya en vez. Sin
embargo, el capitalismo no puede evitar que se agudicen las diferencias
de clase, que a la larga terminaran acabando consigo mismo.
Ahora
bien, estas distinciones entre burgueses y trabajadores, no esta
siempre clara a la simple vista, es por esto que el revolucionario debe
comprender el papel que juega dentro del sistema establecido, e
identificar a la clase dominante, para así entender cual es el enemigo
jurado de la revolución socialista. Este reconocimiento de la realidad
social se denomina conciencia de clases.
Alienación: trabajadores apoyando burgueses
Sin
embargo, la conciencia de clases no se limita solo a los
revolucionarios o a la clase trabajadora. Toda clase dominante siempre
ha sabido identificar el papel que juega en el sistema establecido. Y en
base a esta conciencia se organiza y opera en función de perpetuar su
dominación. No es de extrañarnos entonces que la burguesía sea la
primera traba ante todo avance progresista, sin escatimar esfuerzos
hasta verlos aplastados.
No nos debe caber la menor duda que en
la lucha de clases, como es de suponerse, la burguesía avanzara
firmemente, jugando correctamente el papel que le corresponde, el de
defender sus intereses de clase. Y cualquier esfuerzo de conciliar con ellos será en vano.
Avanzar en busca de una sociedad mas justa e igualitaria para las
mayorías oprimidas, significa arrebatarle privilegios a las minorías que
controlan los medios de producción, y estas minorías no se quedaran de
brazos cruzados mientras esto pasa.
Si bien, la clase dominante siempre conoce claramente su lugar,
en las clases dominadas estos no ocurre por si solo. Como vimos
anteriormente la naturaleza de la conciencia es conservadora, y busca
precisamente justificar y adaptarse a las relaciones sociales conocidas.
Es
por esto que el trabajador, comúnmente piensa que luego de mucho
esfuerzo puede llegar a ocupar el lugar del patrono, mas aun ante los
reclamos de los trabajadores organizados puede oponerse a sus propios
intereses y defender los del explotador.
Este fenómeno mental se
denomina alienación o enajenación, la lógica simplista impuesta por el
sistema capitalista, es que solo mediante el trabajo y la dedicación, es
posible adquirir y acumular riquezas, es por esto que las altas esferas
de la burguesía, que han logrado acumular enormes sumas de dinero, son
vistas por la clase trabajadora como un exitoso modelo a seguir, de
dedicación y crecimiento profesional.
Es por esto que la
socialización de la propiedad privada de los medios producción a través
de las expropiaciones, es visto muchas veces como un acto en contra de
los intereses del individuo trabajador que busca progresar.
Sin
embargo, la acumulación de las contradicciones sociales, como dijimos,
llevan al oprimido a romper con la conciencia conservadora, es por esto
que la burguesía hace de los medios de comunicación, que son también
propiedad de esa clase, sus armas de propaganda, para mantener a los
trabajadores sumisos, distraídos y alejados de la realidad social del
sistema, mostrando una cara distorsionada y tergiversada, según
sus intereses, del desgastado capitalismo, haciendo un especial énfasis
cuando las contradicciones nos llevan a las crisis, y cuando hayan
gobiernos que defiendan los intereses populares, reforzando así el
proceso de alienación de las masas.
Como diría Malcon X: "Si no tenemos cuidado, los medios de comunicación harán que acabemos odiando a los oprimidos y amando a los opresores."
Es
por esto que vemos como grandes masas de la clase trabajadora terminan
comprando el discurso camaleónico de la derecha venezolana. Culpar a lo
sectores alienados del pueblo, por sus posturas reaccionarias es
simplemente desconocer como las relaciones de producción influyen en la
conciencia, y menospreciar el enorme esfuerzo que hace la burguesía para
que esta, de hecho, sea así.
¿De quién es la culpa?
La
conciencia de las masas esta rezagada a las condiciones materiales de
existencia, mas aún, los partidos políticos tradicionales, están por
detrás de las masas, solo avanzando cuando estas les presionan. Mientras
que por su lado la burguesía juega su papel reaccionario, como es de
suponerse.
Las masas por si solas difícilmente adquieren una
conciencia revolucionaria que los lleve a reclamar un cambio, sin la
suficiente acumulación de contradicciones sociales, y lo que es mas
grave aun, las políticas reformistas implementadas, que no buscan de
hecho acabar y reemplazar al capitalismo, sino solo suavizarlo,
precisamente suavizan también las contradicciones sociales, significando un reflujo en el detonante de la conciencia revolucionaria de las masas.
Y
esto lo vemos en la gran cantidad de jóvenes, "nacidos en revolución",
que terminan apoyando al candidato de la burguesía, al no vivir por
ellos mismos, las condiciones que arrojaron al pueblo a la calle en el
Caracazo.
Entonces, ¿En quién recae la responsabilidad de hacer que la revolución avance hacia el socialismo?
Es
por esto que la responsabilidad recae en la dirigencia revolucionaria
que pueda, de una vez por todas, romper con las relaciones de producción
existentes, y para esto es necesario acabar de raíz con el modo de
producción capitalista, e instaurar el socialismo, que generaría a su
vez relaciones sociales diferentes, y en especial las relaciones de
producción, que como infraestructura determinan toda la superestructura, que en definitiva es el factor social que tiene la capacidad de modificar la conciencia de las masas.
Sin
embargo este fenómeno de evolución social, a través del cambio de las
relaciones de producción, que reemplazará en definitiva a la vieja
sociedad por esta más avanzada sociedad, no ocurre de la noche a la
mañana. Siendo la conciencia un fenómeno mental complejo, es difícil
determinar cuanto tiempo se tomaría en desaparecer la lógica capitalista
de todos los individuos, es un proceso de reinterpretación social, que
sumado a la transformación del estado, por uno acorde a estas nuevas
relaciones sociales, harán en definitiva que el individuo se sienta mas
satisfecho y seguro en este nuevo entorno social, y rechace cualquier
regreso al viejo orden.
Entonces podemos concluir que las
políticas reformistas que solo aplaquen las contradicciones sociales
inherentes al capitalismo, si bien puede traer consigo mejoras en la
calidad de vida a corto plazo, significaría a largo, o quizás mediano
plazo una derrota de la revolución, gracias al reflujo en la conciencia
de las masas que genera.
Por el contrario, radicalizar la revolución, hoy y no luego, rompiendo de lleno con el modelo capitalista,
cambiándolo por el Socialismo Científico, significaría la única forma
en que la revolución pueda consolidarse y perdurar en el tiempo, sin el
temor de ser derrotado por la burguesía.