sábado, 14 de octubre de 2017

Maduro, un fuera de serie

 
Nicolás Maduro está muy lejos de ser el dictador que le endilgan los pulpos corporativos “occidentales”, brazo mediático de la guerra de cuarta generación contra Venezuela. La expresión ha sido acuñada también por algunos gobernantes carentes de la mínima moral para juzgar al mandatario venezolano.
Sé que mienten porque he visto a Maduro actuar varias veces en Venezuela, sea en un mitin, o dentro de su círculo de colaboradores o en una cena con la dirección político-militar chavista y un grupo de intelectuales y artistas de numerosos países. El hombre que he visto es noble, modesto, inteligente y de verbo elocuente, forjado en la persuasión desde sus precoces años de activista revolucionario y luego líder sindical del metro de Caracas, donde fue conductor de autobuses. Escucha atentamente, es fraterno con sus compañeros y con la gente del pueblo y muy cálido con los militantes solidarios con Venezuela.
Estoy seguro que lo mismo puede pensar quien lo vea y observe cuidadosamente expresarse en la tele. Es más, hice la prueba con dos amigas: una sicóloga y otra crítica de arte, ambas académicas con estudios doctorales, que no conocen a Maduro y apenas lo han visto en las noticias, ni tienen la política entre sus prioridades. Eso sí, las dos son auténticamente progresistas y plenamente conscientes del engaño masivo a que someten a sus audiencias los “medios”. Envié a ambas la entrevista realizada el 18 de agosto al caraqueño por el veterano periodista y revolucionario venezolano José Vicente Rangel(https://www.youtube.com/watch?v=Pf0hXEPRnWg). Pedí a mis amigas que la vieran detenidamente y con ojo crítico. Palabras más o menos las dos coincidieron en lo siguiente: es un hombre bueno y, además de su talla de líder, es evidente que no puede ser un dictador. 

No me cabe duda que otro tanto pueden decir las personas desprejuiciadas que vean su estelar conferencia de prensa de tres días después(https://www.youtube.com/watch?v=dDVSN6t643I). He tomado como ejemplo estas dos comparecencias del mandatario por desarrollarse en un momento decisivo de su ejecutoria y de la de la Revolución Bolivariana, en pleno funcionamiento de la Asamblea Nacional Constituyente(ANC), cuando contrariamente a la versión mediática, apreciamos a un líder victorioso, en pleno control de la situación, cargado de propuestas y a un proceso revolucionario capaz de remontar grandes derrotas, como la sufrida en las elecciones legislativas de 2015, y de reinventarse audazmente y poner en práctica en el momento exacto y, por ello, muy exitosamente, una iniciativa tan riesgosa como las elecciones a la ANC. 

La serenidad, la paciencia y el aplomo que se aprecia en Maduro en ambos documentos, engrandece más a este hombre, quien acaba de asestar una importante derrota a la guerra no convencional contra Venezuela, que libran y seguirán librando Estados Unidos y las derechas. Su objetivo es acabar con el peligroso ejemplo revolucionaria que es para el mundo la Revolución Bolivariana. No menos importante, apoderarse de su petróleo y abundantes recursos naturales. Venezuela es hoy uno de los cuatro escenarios donde puede estallar una guerra mundial si no logramos pararla a tiempo con una gran movilización internacional.
Maduro propone restablecer el diálogo con la oposición en el marco de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños(CELAC) y pide al Papa Francisco que el Vaticano continúe la mediación que ejercía junto a los ex presidentes Leonel González y Omar Torrijos. La propuesta se encuadra en el espíritu de verdadera unidad e integración latino-caribeña que representa la CELAC, en contraste con el servilismo de la OEA, criatura imperial. Habla de la recuperación económica, política y moral de la Revolución como objetivos inmediatos. El ex pelotero y roquero y ex canciller recuerda reiteradamente que Venezuela necesita y quiere la paz pero está muy bien armada y cuenta con un magnífico sistema de defensa antiaérea ruso. Asegura que se cumplirá el calendario electoral como fija la constitución y subraya que en octubre hay elecciones de gobernadores y que todos los partidos de oposición ya postularon sus candidatos. Nadie honesto podría negar que es un demócrata y un hombre de instituciones.
Maduro merecería ya el mayor respeto y admiración por la sola proeza de haber conducido digna y creativamente hasta aquí el timón de la Revolución y el Estado que le entregaran el gigantesco Hugo Chávez y el pueblo venezolano.

Sacar a Nicolás Maduro de Miraflores como sea

 
 
Poderosos factores que operan, tanto al interior de Venezuela como en el exterior, se han trazado como meta sacar a Nicolás Maduro de Miraflores como sea.
Reaccionaron con insólita agresividad cuando fue electo hace más de cuatro años por el pueblo venezolano, y durante el tiempo que ha ejercido la presidencia no han descansado un solo día en ese empeño. Se puede afirmar –sin riesgo de equivocación– que es el mandatario de nuestra historia más acosado y ofendido, y el blanco obsesivo del ataque a Venezuela.
Pero lo cierto es que hasta ahora sus enemigos han fallado en las acciones emprendidas. Maduro ha logrado con astucia, coraje, y un acertado manejo de la información de inteligencia, abortar numerosos intentos: golpes blandos y duros, guarimbas, maniobras para socavar la lealtad de los militares, ataques al sistema financiero, guerra económica, planes desestabilizadores urdidos en laboratorios especializados de los organismos de seguridad de EE.UU. Se ha plantado con decisión frente a las amenazas, abiertas o encubiertas, y lo ha hecho sin concesiones, sin alterar lo sustancial de su política y sin buscar refugio en acuerdos indignos con los adversarios.

Hasta ahora todos los planes para defenestrar a Maduro han fracasado. Siempre los enemigos fijaron plazos para su caída: un día, una semana, un mes, un año, sin que las sombrías predicciones se cumplieran. Pero como no se dio lo ofrecido crece la desesperación entre sus oponentes. ¿Qué opción queda? Para opositores sin escrúpulos, capaces de apelar a cualquier recurso para plasmar sus objetivos, como lo demostraron con la violencia de la etapa guarimbera, cuando atacaron centros de salud, liceos, maternales, estaciones del Metro; al igual que terribles expresiones de salvajismo como colocar cuerdas de acero en vías públicas para degollar motociclistas o prender fuego a seres humanos (29 en total, de los cuales fallecieron 9 y el resto afectado con graves lesiones), tan solo queda intentar el magnicidio. En determinados momentos lo intentaron sin éxito y la denuncia fue banalizada por el complejo mediático que controlan.

Ahora la situación tiene otras características. El imperio y la derecha del país están conscientes –sobre todo después del 30J– que Maduro se ha fortalecido, que la oposición se ha debilitado, y que las prácticas desestabilizadoras empleadas son ineficaces. La orientación que los aventureros pretenden imprimirle ahora al desenlace simplificaría la acción y el método. Va directo al objetivo, que no es otro que la eliminación física de Maduro. Corren rumores. Se sabe de la evaluación que los conjurados hacen tomando en cuenta el tiempo electoral que se inicia y que remata con los comicios regionales de octubre. Además, hay datos que no han trascendido suficientemente, de los que solo existe una fugaz referencia, entre otros, lo sucedido en la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (UNES), con motivo del acto académico del lunes 21 de agosto, cuando la Dirección de Contrainteligencia Militar (Dgcim) descubrió, en una dependencia cerrada, un conjunto de armas, granadas, pistolas y hay detenidos. La ceremonia la presidiría Maduro, y, por razones obvias, se suspendió su asistencia. Conclusión: De que vuelan, vuelan, dice el refrán. Sobre todo cuando la Mesa de la Unidad Democrática (MUD), en documento oficial, le declaró la guerra al gobierno nacional al apoyar las medidas contra Venezuela del presidente Donald Trump y atacar a Maduro Y por si fuera poco, alguien muy conectado a la conspiración en el país, el inefable expresidente mexicano Vicente Fox, declaró –empleando un lenguaje mafioso, propio de los capos de la droga– que “Maduro saldrá de la presidencia con las patas p´adelante en una caja de madera”

LABERINTO
*LA SITUACIÓN de la MUD se complica para las elecciones regionales de octubre. En Venezuela nunca un movimiento político compareció a un evento comicial en condiciones tan precarias. Por una parte, carcomido por la división. Cada dirigente coloca por delante sus aspiraciones personales, sacrificando la posibilidad de acuerdos que garanticen la icónica unidad que proclaman como única manera de derrotar al chavismo. Ni consensos ni primarias resuelven un problema que es estructural...
*EL DESACUERDO impera porque no hay factores cohesionadores. Al contrario, se impone la lucha a cuchillo. No hay programa. No hay proyecto de país. Ni siquiera para los problemas más elementales. No hay política. Lo cual lleva confusión a las bases. El pueblo opositor, de a pie, está cada día más decepcionado. Lo vemos a diario, ante cada hecho que sucede. Ante cada situación en la que hay que fijar posición…
*EJEMPLO: la injerencia del Gobierno de EE.UU. en los asuntos internos del país, que ya no es simple amenaza sino hecho consumado que golpea la soberanía nacional. La reacción del cogollo opositor es de apoyo a las sanciones decretadas por Trump, actitud de la cual discrepa la mayoria del país. El pueblo opositor no puede entender que sus líderes solidaricen con el gobierno yanqui en una posición que, incluso, concibe la invasión militar de Venezuela, y le den la espalda a la posición del gobierno de defensa de la nación…

*EN EL fondo se trata de una subestimación por parte de los dirigentes del sentir nacional. Desprecio a la ciudadanía, producto de los nexos oscuros entre esos dirigentes y el Gobierno de EE.UU. Siniestra relación que el común ubica en lo que califica como “traición a la patria”, algo repudiado por un pueblo patriota, educado en una teoría y una praxis libertaria, de defensa de los valores patrios y en el culto a los forjadores de una nación, para la cual esta actitud es motivo de orgullo y pone en evidencia la increíble torpeza, sumada a la desnacionalización, de los voceros de la oposición…
*IGUAL SUCEDE con la burla con que los dirigentes opositores asumieron el operativo cívico-militar del 26 y 27 de agosto. Demostración de civismo, de democracia, de cultura política, que demuele el muro de prejuicios que existía entre el pueblo y la institución armada. Ver a los ciudadanos compartiendo con los uniformados, alegremente, el manejo de equipos y armamento, constituye la mejor demostración de lo que Venezuela ha avanzado. Claro está que esta demostración no es del agrado de los que conservan una visión anacrónica de la realidad; que se niegan a aceptar que ésta cambió, y que podría llevarlos a reflexionar sobre ese encuentro del pueblo concreto –y no una abstracción– y la Fuerza Armada que vuelve a su identidad de origen, de “pueblo armado que puede”, de estirpe genuinamente bolivariana. Pero ese esfuerzo para recapacitar no está en capacidad de adelantarlo un liderazgo que está en otra cosa…


*POR EJEMPLO, el vergonzoso comunicado de la MUD que apoya a Trump y condena a Maduro. Es decir, colocándose al lado del injerencista presidente norteamericano y repudiando al presidente venezolano que defiende los intereses nacionales…
*VIDKUN QUISLING fue un dirigente político noruego que colaboró con el ocupante nazi y pasó a la historia como símbolo de traición. ¿Lo saben los firmantes del documento de la MUD que hacen causa común con el agresor Trump y traicionan a su país? Seguramente lo ignoran, o, simplemente, desde su proverbial arrogancia, no les importa. No obstante, el episodio sirve para desenmascarar, definitivamente, que la oposición en Venezuela es la antipatria.