Poderosos factores que operan, tanto al interior de Venezuela como
en el exterior, se han trazado como meta sacar a Nicolás Maduro de
Miraflores como sea.
Reaccionaron con insólita agresividad
cuando fue electo hace más de cuatro años por el pueblo venezolano, y
durante el tiempo que ha ejercido la presidencia no han descansado un
solo día en ese empeño. Se puede afirmar –sin riesgo de equivocación–
que es el mandatario de nuestra historia más acosado y ofendido, y el
blanco obsesivo del ataque a Venezuela.
Pero lo cierto es que
hasta ahora sus enemigos han fallado en las acciones emprendidas. Maduro
ha logrado con astucia, coraje, y un acertado manejo de la información
de inteligencia, abortar numerosos intentos: golpes blandos y duros,
guarimbas, maniobras para socavar la lealtad de los militares, ataques
al sistema financiero, guerra económica, planes desestabilizadores
urdidos en laboratorios especializados de los organismos de seguridad de
EE.UU. Se ha plantado con decisión frente a las amenazas, abiertas o
encubiertas, y lo ha hecho sin concesiones, sin alterar lo sustancial de
su política y sin buscar refugio en acuerdos indignos con los
adversarios.
Hasta ahora todos los planes para defenestrar a
Maduro han fracasado. Siempre los enemigos fijaron plazos para su caída:
un día, una semana, un mes, un año, sin que las sombrías predicciones
se cumplieran. Pero como no se dio lo ofrecido crece la desesperación
entre sus oponentes. ¿Qué opción queda? Para opositores sin escrúpulos,
capaces de apelar a cualquier recurso para plasmar sus objetivos, como
lo demostraron con la violencia de la etapa guarimbera, cuando atacaron
centros de salud, liceos, maternales, estaciones del Metro; al igual que
terribles expresiones de salvajismo como colocar cuerdas de acero en
vías públicas para degollar motociclistas o prender fuego a seres
humanos (29 en total, de los cuales fallecieron 9 y el resto afectado
con graves lesiones), tan solo queda intentar el magnicidio. En
determinados momentos lo intentaron sin éxito y la denuncia fue
banalizada por el complejo mediático que controlan.
Ahora la
situación tiene otras características. El imperio y la derecha del país
están conscientes –sobre todo después del 30J– que Maduro se ha
fortalecido, que la oposición se ha debilitado, y que las prácticas
desestabilizadoras empleadas son ineficaces. La orientación que los
aventureros pretenden imprimirle ahora al desenlace simplificaría la
acción y el método. Va directo al objetivo, que no es otro que la
eliminación física de Maduro. Corren rumores. Se sabe de la evaluación
que los conjurados hacen tomando en cuenta el tiempo electoral que se
inicia y que remata con los comicios regionales de octubre. Además, hay
datos que no han trascendido suficientemente, de los que solo existe una
fugaz referencia, entre otros, lo sucedido en la Universidad Nacional
Experimental de la Seguridad (UNES), con motivo del acto académico del
lunes 21 de agosto, cuando la Dirección de Contrainteligencia Militar
(Dgcim) descubrió, en una dependencia cerrada, un conjunto de armas,
granadas, pistolas y hay detenidos. La ceremonia la presidiría Maduro,
y, por razones obvias, se suspendió su asistencia. Conclusión: De que
vuelan, vuelan, dice el refrán. Sobre todo cuando la Mesa de la Unidad
Democrática (MUD), en documento oficial, le declaró la guerra al
gobierno nacional al apoyar las medidas contra Venezuela del presidente
Donald Trump y atacar a Maduro Y por si fuera poco, alguien muy
conectado a la conspiración en el país, el inefable expresidente
mexicano Vicente Fox, declaró –empleando un lenguaje mafioso, propio de
los capos de la droga– que “Maduro saldrá de la presidencia con las
patas p´adelante en una caja de madera”
LABERINTO
*LA
SITUACIÓN de la MUD se complica para las elecciones regionales de
octubre. En Venezuela nunca un movimiento político compareció a un
evento comicial en condiciones tan precarias. Por una parte, carcomido
por la división. Cada dirigente coloca por delante sus aspiraciones
personales, sacrificando la posibilidad de acuerdos que garanticen la
icónica unidad que proclaman como única manera de derrotar al chavismo.
Ni consensos ni primarias resuelven un problema que es estructural...
*EL
DESACUERDO impera porque no hay factores cohesionadores. Al contrario,
se impone la lucha a cuchillo. No hay programa. No hay proyecto de país.
Ni siquiera para los problemas más elementales. No hay política. Lo
cual lleva confusión a las bases. El pueblo opositor, de a pie, está
cada día más decepcionado. Lo vemos a diario, ante cada hecho que
sucede. Ante cada situación en la que hay que fijar posición…
*EJEMPLO:
la injerencia del Gobierno de EE.UU. en los asuntos internos del país,
que ya no es simple amenaza sino hecho consumado que golpea la soberanía
nacional. La reacción del cogollo opositor es de apoyo a las sanciones
decretadas por Trump, actitud de la cual discrepa la mayoria del país.
El pueblo opositor no puede entender que sus líderes solidaricen con el
gobierno yanqui en una posición que, incluso, concibe la invasión
militar de Venezuela, y le den la espalda a la posición del gobierno de
defensa de la nación…
*EN EL fondo se trata de una subestimación
por parte de los dirigentes del sentir nacional. Desprecio a la
ciudadanía, producto de los nexos oscuros entre esos dirigentes y el
Gobierno de EE.UU. Siniestra relación que el común ubica en lo que
califica como “traición a la patria”, algo repudiado por un pueblo
patriota, educado en una teoría y una praxis libertaria, de defensa de
los valores patrios y en el culto a los forjadores de una nación, para
la cual esta actitud es motivo de orgullo y pone en evidencia la
increíble torpeza, sumada a la desnacionalización, de los voceros de la
oposición…
*IGUAL SUCEDE con la burla con que los dirigentes
opositores asumieron el operativo cívico-militar del 26 y 27 de agosto.
Demostración de civismo, de democracia, de cultura política, que demuele
el muro de prejuicios que existía entre el pueblo y la institución
armada. Ver a los ciudadanos compartiendo con los uniformados,
alegremente, el manejo de equipos y armamento, constituye la mejor
demostración de lo que Venezuela ha avanzado. Claro está que esta
demostración no es del agrado de los que conservan una visión anacrónica
de la realidad; que se niegan a aceptar que ésta cambió, y que podría
llevarlos a reflexionar sobre ese encuentro del pueblo concreto –y no
una abstracción– y la Fuerza Armada que vuelve a su identidad de origen,
de “pueblo armado que puede”, de estirpe genuinamente bolivariana. Pero
ese esfuerzo para recapacitar no está en capacidad de adelantarlo un
liderazgo que está en otra cosa…
*POR EJEMPLO, el vergonzoso
comunicado de la MUD que apoya a Trump y condena a Maduro. Es decir,
colocándose al lado del injerencista presidente norteamericano y
repudiando al presidente venezolano que defiende los intereses
nacionales…
*VIDKUN QUISLING fue un dirigente político noruego que
colaboró con el ocupante nazi y pasó a la historia como símbolo de
traición. ¿Lo saben los firmantes del documento de la MUD que hacen
causa común con el agresor Trump y traicionan a su país? Seguramente lo
ignoran, o, simplemente, desde su proverbial arrogancia, no les importa.
No obstante, el episodio sirve para desenmascarar, definitivamente, que
la oposición en Venezuela es la antipatria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario