miércoles, 22 de noviembre de 2017

El papelón de la Cancillería chilena

 
 
 Al cierre de esta edición se reunía en Toronto la “banda de los doce” para adoptar nuevas medidas contra Venezuela y su revolución bolivariana. Lo realizado hasta ahora por esos forajidos de la política internacional, anticipa un nuevo parto de los montes. La “banda de los doce” (Argentina, Brasil, Canadá, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay y Perú), es la representación moderna de Caín, el asesino de su hermano. En su siniestra tarea -que los doce gobiernos cumplen siguiendo orientaciones del Departamento de Estado norteamericano- destaca el desempeño perruno de la Cancillería chilena. 


Su vergonzosa conducta, traicionando la hermandad latinoamericana y principios inviolables del derecho internacional, se estrella sin embargo contra el muro de la realidad. Venezuela amanece cada día con nuevas credenciales democráticas mientras sus acusadores -los narco-Estados de Colombia y México, y los gobiernos corruptos de Brasil, Argentina y Paraguay, entre otros-, se van sumiendo en la miseria moral.

Chocar con la realidad es muy peligroso sobre todo en política internacional. Actuar a espaldas de lo evidente, y por imposiciones del imperio, significa precipitarse en el ridículo. Es lo que sucede con la OEA, por ejemplo. La última astracanada del secretario Almagro fue instalar en Washington un espantapájaros denominado “Tribunal Supremo de Justicia” venezolano en el exilio, que hizo retroceder hasta a los más enconados enemigos de Venezuela. No obstante, la Cancillería chilena actúa en esa línea acogiendo y financiando a un grupo de abogados que dicen representar al fantasmagórico “TSJ” itinerante. Incluso montó una telenovela en la embajada de Chile en Caracas para simular una salida “clandestina” de esos abogados hacia Bogotá (y luego a Washington, que es su verdadero destino), en medio de la indiferencia de las autoridades venezolanas. 


La Cancillería chilena se ha convertido en el heraldo latinoamericano de la agresión contra Venezuela. Compite con Trump, el Departamento de Estado, el Pentágono, la OEA y la Unión Europea en una confabulación para estrangular a la revolución bolivariana y recuperar para el imperio las enormes reservas de petróleo y gas de Venezuela. Para EE.UU. y su pandilla es importante la participación de Chile en esta maniobra. Significa poner de su lado a un país que sufrió en los años 70 la misma operación que Washington dirige ahora contra Venezuela. Este es el aspecto más siniestro -traicionar su propia historia- en la política antivenezolana de la Cancillería chilena.

Washington, la Unión Europea y la “banda de los doce” son culpables de una intromisión escandalosa en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela. Exigen una “auditoría internacional” de las elecciones de 23 gobernadores. Pero cuatro de los cinco gobernantes opositores ya se juramentaron ante la Asamblea Nacional Constituyente, reconociendo a ese poder supremo. Desde hace catorce años Venezuela cuenta con un sistema electoral automatizado que expertos internacionales -como el Centro Carter- califican de “blindado” contra el fraude. Así, el Consejo Nacional Electoral proclamó en 2015 la victoria de la oposición en la Asamblea Nacional con más de 7 millones 700 mil votos y ahora en 5 de las 23 gobernaciones, con 4 millones 800 mil votos. La participación popular alcanzó a poco más del 61%, récord en este tipo de elecciones. La oposición perdió así casi 3 millones de votos en relación al 2015. Y el gobierno, aunque ganó 18 gobernaciones, se mantuvo en los 5 millones y medio de votos de 2015, perdiendo más de 3 millones de votos en relación a la elección de la Asamblea Nacional Constituyente.


Antes, durante y después de las elecciones del 15 de octubre se hicieron catorce auditorías al sistema de votación, cuyas actas firmaron representantes de los partidos de oposición. El chavismo perdió gobernaciones estratégicas en los Estados Zulia, Táchira y Mérida, fronterizos con Colombia, la llamada “Media Luna” donde se alientan intenciones separatistas. A su vez la oposición perdió las tres gobernaciones que tenía, entre ellas la de Miranda, enclave de los caciques de la extrema derecha. Es importante observar que el partido Acción Democrática, socialdemócrata, obtuvo cuatro de las cinco gobernaciones opositoras, lo cual le da ventajas en la disputa por la candidatura presidencial del próximo año.

Desde que Hugo Chávez ganó el gobierno en 1998, en Venezuela se han realizado cinco elecciones presidenciales, cinco de gobernadores, siete municipales, seis referéndums, dos de Asamblea Constituyente y una consulta nacional. La oposición ha participado en casi todas. Ahora mismo, gobierno y oposición se preparan para las elecciones municipales del próximo mes de diciembre. Y en 2018 serán las presidenciales.

Venezuela, como se puede ver, es el caso más notable de una “dictadura” -como la califica Trump- que efectúa elecciones y plebiscitos a un promedio de casi dos al año, con partidos, sindicatos y prensa opositores, con una Iglesia Católica y un empresariado que apoyan a la oposición, etc. Esta realidad es lo que hace aún más notable el papelón de la Cancillería chilena, en su lucha contra molinos de viento.

lunes, 20 de noviembre de 2017

¿Cómo se fabrica la noticia del "default" en Venezuela?

Nathali Gómez


Los elementos para hacer que un eventual impago se transforme en un verdadero impago están servidos: sanciones financieras y económicas, medidas coercitivas sobre los acreedores y amplia cobertura mediática.
El ‘default’ mediático llega antes que el real. El escenario se prepara lentamente con sanciones económicas, con presión psicológica sobre los tenedores de bonos venezolanos y con una campaña de medios que magnifica transacciones financieras rutinarias.
El pasado domingo el presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó que el “‘default’ nunca llegará a Venezuela” porque el país suramericano “siempre tendrá una estrategia clara” enfilada hacia la renegociación y reestructuración de la deuda externa, recoge ‘El Mundo’.
Sin embargo, tan solo un día después, Venezuela amaneció con la noticia de que la empresa estadounidense Standard & Poor’s rebajó la calificación de ese país de CC (muy vulnerable) a “default selectivo” debido a el impago de 200 millones de dólares por el cupón de sus bonos 2019 y 2024 dentro del período de gracia de 30 días, recoge El Universal.

El país suramericano que más ha pagado su deuda ¿podría caer en ‘default’?
El lunes, un grupo de tenedores de deuda venezolana de EE.UU., Panamá, Reino Unido, Portugal, Colombia, Chile, Argentina, Japón y Alemania se reunió en Caracas con el Gobierno venezolano como parte del primer acercamiento para la renegociación y reestructuración planteada por Maduro.
Las autoridades venezolanas calificaron este encuentro como “altamente positivo” y “muy auspicioso”, en un comunicado donde recordaron que en los últimos 36 meses el país suramericano había cancelado 73.359 millones de dólares por concepto de capital reembolsado y de intereses pagados.
Un ‘grato ambiente’ para reunirse
El viernes pasado, una nueva lista de funcionarios sancionados llegaba desde el Departamento del Tesoro estadounidense a Caracas. Sobre este grupo, que está formado por casi 20 miembros del Gobierno, incluido el presidente Maduro, pesaba un veto: “las personas estadounidenses deberían tener cautela en sus relaciones con el Gobierno venezolano”, agregaba el comunicado de Washington.
Se pedía que no se implicaran en “transacciones, acuerdos, de una manera directa o indirecta” con los funcionarios agregados en la lista del Departamento del Tesoro bajo pena de multas de hasta de 10 millones de dólares y cárcel por un máximo 30 años.
En ese ambiente, donde además se agregaron las sanciones acordadas por el Consejo de la Unión Europea, el pasado lunes se reunieron los tenedores de deuda para acordar el refinaciamiento o restructuración de la deuda en el Palacio Blanco, edificio ubicado en frente de Miraflores, sede del Gobierno, en la capital del país suramericano.

¿Hay impago o no?
El economista Luis Enrique Gavazut, miembro del Observatorio Económico de la Presidencia, explicó a RT que la calificación de Standard & Poor’s es una “declaratoria acelerada”, por el hecho de que Venezuela no canceló 200 millones de dólares.
“Es nada más un pago de intereses, es algo bastante rutinario, de poca magnitud”, afirma Gavazut, si se la compara con la cancelación de intereses de la deuda externa anunciada este martes por el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
En su opinión, debe compararse ambos montos: 200 millones de dólares, con los intereses de la “envergadura” de una deuda externa que asciende según la cifras del alto gobierno a alrededor de 150.000 millones de dólares en este momento.
Este anuncio se une a los otros dos pagos de bonos de PDVSA hechos por Venezuela semanas atrás, que suman casi 2.000 millones de dólares y que “fueron los últimos que se podían hacer en esas condiciones”, agrega, antes de anunciar el refinanciamiento y reestructuración de la deuda.
El ‘default’ mediático
Para Francisco González, analista internacional entrevistado por RT, el “‘default’ es mediático”.
“Son los medios los que publican esa información para generar temor en los inversores privados”, expresa, pues eso impide que pueden comprar los bonos y que inviertan en Venezuela.
“Quieren cortar la inversión extranjera en el país”, apunta.
González expone además que esa campaña busca desacreditar al país suramericano y posicionar la matriz de que ya no puede cumplir con sus compromisos financieros.
Asfixiar a Venezuela
En opinión de este profesor universitario, se busca aislar políticamente a Venezuela “hasta que no tenga posibilidades de crédito e ir ahogándola poco a poco”.
Explica además que aunque el tema del eventual impago ha sido posicionado por medios de comunicación en América y Europa, no corresponde a una política de un organismo multilateral.
González coincide con Gavazut en que lo que se busca es “generar temor en los inversores privados” para que no compren bonos, no participen en la renegociación de la deuda y no haya inversión.

[Alerta] Lobby neoliberal en la ANC prepara inversión extranjera directa

 

Por: 

En el más absoluto secreto un lobby neoliberal prepara en la Constituyente una Ley Terminator de Promoción y Protección de Inversiones, o de Inversión Extranjera Directa, para otorgar a empresas y particulares de otros países mayores privilegios que a los venezolanos y arruinarnos.
Fundándonos en el contenido de todas las Leyes de Promoción y Protección de Inversión Extranjera que en el mundo han sido, podemos deducir que contendrá normas que atentan contra la soberanía.
Todas estas normas confieren a los extranjeros privilegios para la concesión y adquisición de divisas, lo cual es contradictorio, pues se admiten tales inversiones para que aporten divisas y no para que las exijan, y además tiende a crear dos categorías discriminatorias: la de empresas y personas extranjeras, privilegiadas con divisas, y la de los nacionales, privados de ellas.
Toda Ley de Promoción y Protección de Inversiones atenta contra el derecho soberano de sentenciar las controversias internas en materia de interés público con nuestras propias leyes y tribunales, y atribuye competencia para decidir tales pleitos al Banco Mundial, la OEA, el Ciadi, y otros organismos integradores. Estos mecanismos de integración pudieran estar y de hecho a veces están bajo dominación de intereses hostiles a Venezuela, como ocurre con el Mercosur en la actualidad, y sus cortes o juntas arbitrales intentarían decidir sobre el interés público interno de Venezuela lesionando sus derechos y soberanía.
 
Toda Ley de Protección y Promoción de Inversiones Extranjeras reserva para entes foráneos sectores estratégicos, como los recursos naturales o la minería, que en principio están reservados para el Estado por su interés nacional, y de los cuales excluye por consiguiente empresas y ciudadanos nacionales.
Toda Ley de Promoción y Protección de Inversiones Extranjeras permite a estas últimas valorar sus propias inversiones con los métodos que ellas mismas elijan, con lo cual pueden eludir o disminuir los impuestos sobre el patrimonio, o incrementar las indemnizaciones por expropiación.
Toda Ley tal índole habilita al gobierno para conceder a los extranjeros desgravámenes o exoneraciones de impuestos que pueden ser ruinosos.
Tantos privilegios para las empresas extranjeras incitan a las firmas nacionales a tratar de parecer extranjeras o a entregarse a los capitales foráneos, con lo cual, en lugar de favorecer a la economía nacional, se la hará cada vez más dependiente.
No creo que haya constituyentes ni venezolanos que puedan aprobar una ley que acuerda a los extranjeros privilegios, prerrogativas y ventajas que niega a los venezolanos.