Venezuela ha tomado por sorpresa a la Casa Blanca EEUU sorprendido con la decisión del Gobierno venezolano de iniciar su comercio exterior con monedas diferentes al dólar.
La
decisión del Gobierno venezolano de iniciar su comercio exterior con
monedas internacionales diferentes al dólar, surgida como respuesta a
las sanciones económicas y financieras dictadas por Washington, ha
tomado por sorpresa a la Casa Blanca.
Los globalizadores
‘iluminados’ no están acostumbrados a la desobediencia y rebelión de los
países que consideran que pertenecen a su esfera de influencia.
Cada vez que un líder de
algún país trató de desafiar la hegemonía del dólar estadounidense para
ejercer la soberanía de su nación, el imperio arremetía con toda su
fuerza para derrocar al presidente atrevido. La historia moderna está
llena de estos casos que reflejan el poder de venganza de Washington.
No es ningún secreto que
el valor del dólar es esencial para la economía estadounidense, que
requiere para su funcionamiento que el dólar se mantenga como la divisa
más usada en las transacciones internacionales y permanezca como una de
las monedas dominantes en el mundo. Cualquier desafío al dólar, desde
esta perspectiva, se considera por parte de Washington como un atentado
contra su seguridad nacional que requiere una respuesta tajante al país
desafiante.
Bastó que el presidente
de Francia, Charles de Gaulle (1958–1969), se atreviera a sacar su país
de la zona del dólar para retornar al patrón oro para que los propios
franceses decidieran, con la ‘ayuda’ sutil de los medios de comunicación
y los servicios secretos de EEUU, que De Gaulle era ya viejo para
seguir siendo presidente y demasiado antinorteamericano.
No le quedó otra
alternativa a Charles de Gaulle que dimitir, a pesar de que era
considerado por sus propios compatriotas como el personaje más grande en
la historia gala por encima incluso de Napoleón.
El político y
excongresista estadounidense por el Partido Republicano Ronald ‘Ron’
Paul hizo pública una de las razones principales, ignorada por los
medios de comunicación, de por qué fue invadido Irak. Según Paul, “Sadam
Husein demandó el pago en euros por su petróleo, y no en dólares”.
Paralelamente, el
presidente iraquí intentó convencer a los miembros de la OPEP de vender
el oro negro en euros para salirse del petrodólar. Si esto hubiera
sucedido, el dólar habría perdido entre un 20 y un 40% de su valor. Para
Ron Paul, como para muchos especialistas, “la arrogancia de Sadam
Husein había sido considerada como un peligro para el dólar en calidad
de la reserva principal mundial”. Por lo tanto, esta fue una de las
razones para la invasión de Irak.
El estudioso Noam
Chomsky escribió también en 2003 que “se consideró que la invasión fue
una respuesta lógica para proteger el dólar y a la economía de EEUU.
El intento del
presidente de Libia, Muamar Gadafi, de promover una revolución del dinar
respaldado por oro en toda la Unión Africana le costó la vida.
El plan de Gadafi de dejar de vender el petróleo en dólares y empezar a
usar el dinar de oro habría devastado la economía estadounidense.
Para este propósito,
Gadafi impulsó la creación en semanas del Banco Central de Bengasi para
lanzar el dinar de oro y trasladó a esta ciudad 150 toneladas del metal
precioso.
El asalto ‘programado’
por Al Qaeda al consulado de EEUU en Bengasi y la muerte del embajador
norteamericano Christopher Stevens y de tres de sus colaboradores,
además de los ocho heridos entre el personal de seguridad y los agentes
de la CIA, están relacionados con el oro de Bengasi.
Libia fue invadida por
EEUU y la OTAN, mientras que Gadafi fue asesinado horriblemente por los
mercenarios de la Alianza Atlántica.
Teniendo en cuenta todos
estos antecedentes, el mundo entero está tratando de adivinar qué
destino le esperará al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y a su
país después de empezar a comercializar su petróleo en moneda distinta al dólar desde el 15 de septiembre pasado.
Actualmente,
Venezuela está usando una canasta de monedas internacionales con el yuan
chino, el yen japonés, la rupia india, el euro y el rublo ruso con el
propósito de acabar con la dependencia del
dólar, usado por los opositores, quienes están guiados desde Washington
y Miami para terminar con el chavismo en el país bolivariano.
La retórica belicista de
Trump confunde y alarma a la gente al anunciar: “Barajamos muchas
posibilidades para Venezuela, incluyendo una posible opción militar si
es necesaria. Tenemos a nuestras tropas en todo el mundo, en lugares
muy pero muy lejanos”. El mandatario de EEUU también ha declarado que
Venezuela “no está lejos”.
“Estamos
preparados para tomar acciones si el Gobierno de Venezuela persiste en
el camino de imponer su autoridad sobre la gente de ese país”, afirmó.
Estas declaraciones
irresponsables de Donald Trump están contribuyendo al incremento de la
preocupación tanto en América Latina como en el mundo entero sobre la
posibilidad de invasión contra un país como Venezuela, sin mencionar los
problemas más graves respecto a las amenazas del actual líder de EEUU
contra Corea del Norte.
Sin embargo, para
comenzar una guerra se requieren ciertas condiciones para que un país
como Estados Unidos decida invadir Venezuela. Chomsky definió tres
requisitos que ha estado buscando siempre Washington para iniciar una
aventura bélica. Primero, el país elegido como posible víctima tiene que
estar prácticamente indefenso en términos militares. Así pasó con
Panamá en 1989, con Afganistán en 2001, con Irak en 2003 y con Libia en
2011.
Segundo, la guerra debe
valer la pena y producir un consenso de la opinión mundial favorable.
Tercero, poder presentar al país elegido para la invasión como un mal
supremo que habría que parar o exterminar.
Desde la perspectiva de
estas tres condiciones, Venezuela no cuadra en tener requisitos para ser
un blanco de una aventura, incluso para una superpotencia como EEUU. El
país está fuertemente armado y su Ejército está bien entrenado e
identificado con la ideología bolivariana y con la política de su
Gobierno. Tampoco hay que olvidar la existencia de los comités
populares, que recibieron de Hugo Chávez unos 100.000 Kalashnikov,
además del entrenamiento adecuado que se viene perfeccionando año tras
año para defender su país en calidad de guerrilla en el caso de una
invasión.
Los editores de la
revista norteamericana Military Times elogiaron varias veces la
capacidad de los buzos militares venezolanos para acercarse a un buque
de guerra enemigo sin ser detectados y hacerlo hundir.
Tampoco existe, según
The New York Times, la segunda condición que pudiera facilitar a
Washington una invasión. El periodista Nicholas Casey escribió que una
aventura militar de EEUU en Venezuela significaría una pérdida de
ganancias para las petroleras estadounidenses y para las
transnacionales. Reemplazar 785.000 barriles diarios de petróleo que
llegan de Venezuela a Illinois, Texas y Luisiana representaría para la
economía norteamericana un alto costo que el Estado no podría asumir
actualmente, debido a los últimos desastres nacionales, que costarán al
país más de 290.000 millones de dólares.
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