Desde
que NICOLAS
MADURO
llego al poder ha sido atacado por los medios de comunicación,
catalogándolo como un dictador anti-democrático, populista y
tirano, y si, todos conocen a MADURO
de esta manera como victimas de la desinformación, pues nos
olvidamos que los medios de comunicación pertenecen a quien puede
pagarlos, los ricos y poderosos, esos que los utilizarán a favor de
sus intereses sin importar que se tenga que hacer uso de la mentira,
y es que MADURO
es un peligro, pero un peligro para el imperio capitalista que
pareciera ejercer la ley del mas fuerte, en donde los países de
primer mundo arrasan con los países considerados tercermundistas,
siendo el capitalismo para estos últimos un estancamiento a largo
plazo.
Haría
falta apagar la televisión y voltear un momento a Venezuela, la
república Bolivariana, para poder entender los logros que se han
alcanzado desde que dio inicio la revolución de Chávez, y
de la cual se han visto beneficiadas las clases populares, podremos
darnos cuenta que los únicos inconformes son aquellos que pertenecen
a la ultra-derecha y quienes no han podido generar riquezas mas allá
de lo que la legalidad y el respeto a los derechos del trabajador les
permite.
En
Venezuela la democracia ha permitido que se ejerza la libre
expresión, e incluso por los medios privados para difamar
abiertamente al gobernante, pero cabe mencionar que en este país
también existen medios públicos y estos presumen gran objetividad a
comparación de los privados que como empresa son una fuente
lucrativa y se someten a los deseos del cliente para promover una
idea que beneficie a sus intereses.
Es
evidente que en Venezuela se goza una democracia de la cual
carecen otros países, en especial México, en donde el proceso
electoral no es mas que un teatro bien montado y los medios de
comunicación públicos son escasos, ademas de ser sobornados,
condicionados o victimas de amenazas por aquellos que están en
el poder y no quieren que su imagen sea deteriorada, o para que sus
actos de corrupción no sean expuestos.
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